Locomotora RENFE 140-2438 “Franco-Crosti”

Autor del modelo 3D:

JESÚS BRAU MARTÍNEZ

Autor de las texturas:

JESÚS BRAU MARTÍNEZ

En el año 1946 se interesaba a la Dirección y al Departamento de Material y Tracción, por ver de mejorar el rendimiento térmico de nuestras calderas en base a aprovechar las calorías de los gases de la combustión.
Dentro de estos parámetros se encontraba la caldera Franco-Crosti, experimentada en ferrocarriles extranjeros, y que en dicho año 1946 fue ofrecida por la casa Ibermotor a la Renfe.
La caldera Reggiane-Crosti contratada por Renfe fue construida en los Talleres Vulcano de Vigo y colocada en la locomotora 140-2438 construida por Babcock & Wilcox en 1941 siendo efectuada la transformación por la propia Renfe seguramente en sus bien dotados talleres generales de Valladolid.
El 29 de octubre de 1959 se iniciaron las primeras pruebas y, poco después, fue destinada al depósito de Valladolid, desde el que cubrió las diversas líneas que irradian desde la capital castellana, entre ellas, la de Ariza.
Renfe estudió detalladamente el rendimiento de la nueva caldera, constatando un ahorro de combustible de hasta el 18,5% respecto a locomotoras idénticas sin este dispositivo. Ante los buenos resultados, se llegó a valorar la adquisición de más calderas Reggiane-Crosti para montarlas en otras locomotoras similares o incluso en las entonces modernas «mikados».
Sin embargo, el rápido declive que experimentó la tracción vapor en los años sesenta en favor de la eléctrica y, sobre todo, la diésel, impidieron que este prototipo único tuviera más descendencia.
La 140-2438 se retiró del servicio tras el fin de la tracción vapor por carbón, en 1968, y poco después fue desguazada.