Locomotora 242 “SAMPER DE CALANDA”

del Ferrocarril Minero Andorra - Escatrón

Autor del modelo 3D:

JESÚS BRAU MARTÍNEZ

Autor de las texturas:

JESÚS BRAU MARTÍNEZ

Colaboradores:
José Mª Lozano: Configuración archivos ENG y WAG
Julio Gómez: Luces, cabina reversible, vistas de cabina adicionales, y efectos visuales especiales

Desde su inauguración en 1953 que el peso del servicio en el Ferrocarril industrial de Andorra a Escatrón, recaía sobre dos locomotoras tender de rodaje 2-4-2 construidas por la firma alemana Jung. Estas locomotoras, resultaban insuficientes para asegurar el suministro regular de lignito a la central térmica, motivo de su existencia.
En efecto, funcionando habitualmente ambas a la vez, el ferrocarril ya no disponía de reserva de tracción de línea para un caso de necesidad por aumento de demanda, avería o de las revisiones preceptivas y de mantenimiento. Por consiguiente, se recurría a la cesión en alquiler desde RENFE de una o dos locomotoras propiedad de la operadora única estatal.
Al fin, en 1957, se optó por ampliar el parque motor con una nueva máquina de análogas características a las ya existentes y que tan buenos resultados estaban ofreciendo.
Como sea que a finales de los 50 la fabricación de locomotoras de vapor había entrado en su declive final y que la alemana Jung puso toda clase de objeciones al pedido de una sola unidad, las miradas se dirigieron a la industria nacional, siendo la firma barcelonesa «La Maquinista Terrestre y Marítima» quien aceptó el encargo.
El resultado fue una locomotora de parecidas características y prestaciones a las anteriormente citadas Jung. Un menor esfuerzo de tracción quedaba compensado por una mayor potencia.
Se trata, por añadidura, de la última locomotora de vapor construida por la factoría catalana con el número de fábrica 721 del año 1958.
Fue bautizada con el nombre de SAMPER DE CALANDA, población situada prácticamente a mitad del recorrido y enlace con la red general. Su entrada en servicio supuso un alivio para la explotación ferroviaria y el rendimiento inicial puede considerarse aceptable.
En 1980 ya estaba retirada de la circulación en el interior del depósito andorrano, donde permanecería hasta la clausura del ferrocarril en 1984. Por aquel entonces, además, ya había entrado en servicio la nueva central térmica «Teruel», situada en el término de Andorra, provocando que el trayecto cubierto por el ferrocarril de ENDESA se limitara sustancialmente.
Esta locomotora fue cedida a una escuela de ingeniería aragonesa y se halla preservada al aire libre en el interior del recinto de la central térmica «Teruel» de Andorra.