Dentro de la serie de vagones de puertas deslizantes que RENFE adquirió a finales de los años 70 se incluyó un lote de vagones dotados de paso de calefacción y toma eléctrica destinado a la paquetería. Estos vagones, que comúnmente se incorporaban a las composiciones de viajeros, fueron pronto renumerados como DDJP, pasando a considerarse furgones de equipajes en lugar de vagones de mercancías. Rotulados como “Paquete-Exprés”, estos vehículos eran aptos para circular hasta a 120 km/h, lo que permitió utilizarlos en trenes expresos y rápidos a lo largo de toda la red.