Construidos en 1934, respondían a la vocación de Central de Aragón de comunicarse con Francia
bien a través de Canfranc o Irún circulando por las líneas del Norte, se trataba de coches metálicos equipado con bogie Pensylvania, calefacción a vapor, de 39,450 Kg. y una distancia entre topes de 20 metros, con nueve departamentos y 10 pasajeros por departamento.
Es de destacar que cada viajero disponía de un espacio de 853 mm. en longitud y 440 mm. en anchura…
Los departamentos, como generalmente se hizo en casi todos los antiguos coches de tercera, no eran cerrados existiendo a lo largo del pasillo del coche dos puertas divisoras para evitar las molestas corrientes de aire.
A RENFE llegaron todos excepto el 304, sin conocer las causas exactas.
Robustos coches de larga vida, pues llegaron a los años ochenta,, de espartano interior pero que junto con los terceras del Oeste fueron los únicos vehículos metálicos de largo recorrido construidos en España para los sufridos viajeros de tercera.