Vagones Cerrados RENFE Jiv ex NORTE

Autor del modelo 3D:

JESÚS BRAU MARTÍNEZ

Autor de las texturas:

JESÚS BRAU MARTÍNEZ

Durante muchos años y hasta pasada la mitad del siglo XX, los trenes de mercancías rara vez tenían freno continuo a lo largo de la formación, es decir no todos los vagones poseían sistema autónomo de frenado.
Se colocaban intercalados vagones con y sin freno de vacío y con y sin frenos de estacionamiento o husillo.
En el año 1958 con el «Plan de enfrenamiento de vagones de RENFE» , se trabajó para establecer el sistema de freno en cuantos más vagones fuera posible dotando de ellos a los antiguos que no lo poseían, con el propósito de brindar mayor seguridad en los mismos.
¿Pero como frenaban hasta la mitad del siglo XX los vagones y coche que no tenían freno? ¿Como se podía entonces circular con trenes largos cuyos vagones no tuvieran sistemas de detención automáticos? Pues… Gracias a la hoy extinta figura del “Guardafrenos”.
En un convoy de vagones de mercancías o de pasajeros cuando iba en marcha, en las garitas de los vagones viajaba personal ferroviario que frenaba o desfrenaba a la señal del maquinista, eran para los guardafrenos, como hemos comentado no todos los vagones de mercancías de la época (y algunos coches) no tenían freno ni de aire, ni de vacío: era manual. Para que a un tren se le pueda aplicar un porcentaje de freno adecuado a toda la masa remolcada, la forma más efectiva de hacerlo es aplicando el freno en todos sus vehículos, cuando esto no es posible (porque no tenían freno) lo lógico era intercalar vehículos con freno entre los que no tenían freno y esto era lo que se hacía.
La proporción era variable según el porcentaje de freno que la administración ferroviaria considerase como admisible para permitir la circulación del tren, una posibilidad realista sería intercalar un vagón con garita cada cinco vagones sin garita, aunque esto podía variar. Todo dependía del peso de los vagones, de la dificultad de la línea, si tenía fuertes pendientes o circulaba en llano, si la composición se segregaba por el camino (no se podía dejar al tren sin vagones con freno) Igual sucedía con los coches de viajeros. En esos casos los coches de clases mas alta solían ir siempre dotados de freno y garita o similar. Y se intercalaban con y sin de clases mas bajas.
Era normativo además que el primer y último vehículo de toda composición debían de llevar freno.
En el caso del primer vehículo acostumbraba a ser un Furgón con departamento para el «Jefe de Tren», con vigía o no, que por definición estaba dotado de freno de husillo. El último vehículo acostumbraba a ser un vagón con garita.
Aún así, muchas unidades muy antiguas del parque de vagones, procedentes de las antiguas compañías, contaron hasta su baja solamente con tubería pasante de vacío, por lo que la distribución de los vagones denominados «Freno» se debe realizar de la manera más pareja posible dentro de cada tren.