Gran Velocidad: Se llamaba así, entre otras, al transporte de mercancías perecederas, que precisamente por serlo no podían ser almacenadas. Digamos que era la equivalencia al actual Transporte Urgente. La Pequeña Velocidad era aquella que podía esperar a un transporte más pausado. En el caso de los trenes de mercancías de gran velocidad tenían marcha de expreso. En la zona 5ª por ejemplo la estación de Barcelona Norte daba servicio de pequeña y gran velocidad a los trenes que vía Lleida iban hacia Madrid y Bilbao.